Última actualización: 14 agosto, 2019
Esta vez vamos a hablar de los imprescindibles del verano:
Vamos a empezar por estos, que nos han enamorado porque son nuevos pero nos han parecido una pasada y estamos deseando que llegue el momento playa para probarlos. Son las cosas que todos tenemos: cubo, pala, y rastrillo, pero con una vuelta de tuerca, ya que están ideados por diseñadores y arquitectos.
Os dejamos con un vídeo de algunos de los mejores juguetes para verano.
1.
Fijaros que cubo, ¡es súper chulo! porque lo podéis meter en el carrito o el niño lo puede incluso llevar colgado del brazos. Es de goma, para que no se hagan daño cuando meten la arena, y tiene esa forma para hacer luego las formitas en la arena.
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2.
Este nos tiene enamorados: un todo en uno, que se puede enterrar en la arena para que no lo pierdan y tiene la pala, el rastrillo, y el tamizador en la misma pieza.
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3.
Y luego esta pala, que es que es lo más porque pueden agarrarla con las dos manos, excavar a lo bruto como les gusta, tiene el tamizador incluido y tiene una barrita para que metan el pie ahí hagan presión. Nos han parecido chulísimos y este verano no van a faltar y estamos seguros de que los podréis disfrutar y de que los vais a usar un montón.
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4.
Si estáis pensando… «pero es que nosotros no veraneamos en la playa, nosotros vamos al campo o a la montaña» pues como el tocar la arena es tan importante para los niños pequeños, ahora podéis tener arena allá donde estéis. Nuestros hijos se pueden pasar horas tocando y modelando y da mucho gustito. La verdad es que es muy divertido, nos gusta este modelo porque tiene la base para que no acabe la mesa de la cocina llena de arena y tener luego que aspirar arena durante días y días. Nos parece súper chula y ya sabéis qué es muy fácil de reutilizar, dura un montón porque nunca pierde la forma y la elasticidad.
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5.
Seguimos con juguetes para viajes en coche: está claro que se tiende a usar mucho la pantalla, com el iPad o los smartphones, pero por qué no volver a aquellas cosas que nos entretuvieron horas y horas en nuestra niñez. Juguetes tradicionales como este, recuerdamos cuando éramos pequeños que podíamos pasar horas. Podemos llevarlos siempre en el bolso con nosotros y existen diversas formas o personajes: un payasito, un gorila, etc.
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6.
En cambio, como novedad para el coche nos ha encantado este Pop ‘Emz: lo hemos usado nosotros en la ventana de casa y hemos pensado que para viajes largos en la ventana del coche iría fantástico. Son piececitas de todos los colores y vais haciendo dibujitos tipo mosaicos en cualquier ventana, funcionan súper bien, y la verdad es que no se despegan, son muy útiles porque los peques pueden repasar formas geométricas mientras viajamos. Podéis establecer juegos como a ver quién representa el animal que hace «muuuu», o podéis repasar colores con los más pequeños: por ejemplo, hazme dos rojos, uno amarillo, uno verde…
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7.
Este tiene unos tres o cuatro años pero es uno de los juguetes favoritos de muchos niños curiosos todavía. Es minúsculo, perfecto para que lo lleven en sus mochilitas, en sus bolsitos, y tiene prismáticos, la brújula, la lupa, es fantástico para explorar en el campo, en la montaña, o en la playa. Se llama Wonder Optic y lo encontráis en varios colores.
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8.
Las clásicas cantimploras no pueden faltar. Aquí también las tenéis. Ojo a que no tengan BPA ni todos los componentes tóxicos, intentar siempre escoger cosas que puedan estar chupando tranquilamente sin problema.
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9.
Siempre volviendo al concepto de los juguetes de toda la vida aquí tenéis toda una línea de juguetes clásicos, hechos de madera, de estos indestructibles que compráis un año y os duran para todos los veranos, como el boomerang o los yoyós, juguetes que son de verdad un clásico y un tesoro.
10.
El verano es también el momento para repasar o aprender esos conceptos que requieren práctica diaria, como por ejemplo las horas o atarse los cordones del zapato. Nos ha encantado esto y nos ha dado mucha pena no haberlo conocido cuando nuestros hijos aprendieron las horas. Es toda una línea de cosas de tela: tenéis coronas, varitas, el reloj es de tela lavable, lo pueden reutilizar mil veces y lo pueden ir coloreando.
Nos encanta porque el verano es la época de preguntar «cuánto falta», «cuánto tardamos», «cuánto tiempo vamos a ir», y está fenomenal para ir aprendiendo el horario. Además podéis jugar a hacer desafíos: dibújame la manilla pequeña en el 3, dibújame la manilla grande en el 4, y también pueden pues colorear todas las pulseritas.
11.
El mundo campo: ya sabéis que es súper necesario que los niños planten, y aunque tengáis una mini terraza en casa, un kit de estos donde puedan poner su mini pala, su mini cubo, las regaderitas, ni que sea para plantar un cactus, pero que tengan este concepto del proceso natural de germinación, el concepto del crecer, o de comer lo que cultivas, nos parece fundamental.
De este nos ha encantado el hecho de que el mismo macetero donde ellos van poniendo las semillitas y van plantando luego ya se puede enterrar en una maceta más grande. Si tenéis la suerte de ir a un campo más grande o un bosque podéis recoger hojas, este juego es fantástico tanto para el verano como para el otoño porque podéis prensar las hojas y aprender los nombres de los árboles, colorearlo, etc.
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También podríamos acudir a la marca Miniland para este tipo de kits de plantación, porque hace los juegos muy duraderos y muy resistentes, todo de madera.
12.
Para niños más aventureros y más de ir investigando y haciendo cosas, no pueden faltar el detector de metal. Se lo pasan pipa en la playa porque encuentran lógicamente de todo, y además de dar con algunas monedillas que se guardan como tesoros, también ayudáis un poco a fortalecer conceptos como el reciclaje o la limpieza, aprendiendo lo que es la contaminación.
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13.
No pueden faltar para investigadores y exploradores todo tipo de prismáticos y de lupas: aquí tenéis desde modelos para los niños más pequeñitos hasta cosas que parecen ya casi como de super profesionales que a nuestros hijos realmente les gusta un montón.
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14.
Ese equipo trae lupa, cronómetro, para investigar de noche o incluso este tipo de gafas de mezcla de colores, que enseñan a los niños a ver de manera diferente y en algunas podéis introducir ahora en verano el concepto de cómo ve la mosca, o cómo ven los animales: algunos ven en blanco y negro, otros a colores, otros ven con las imágenes un poco deformadas, etc. está muy interesante poder aprovechar para hablar de este tipo de cosas de la naturaleza animal.
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15.
Si queréis atrapar insectos, nos ha gustado mucho este transportín. Nosotros siempre hemos utilizado los botes de toda la vida de vidrio, pero si atrapas un insecto con un bote pues es que luego al ratito lo tienes que soltar o el bicho se muere. En cambio este está hecho de rejilla, con lo cual un día un día y medio o incluso dos el bicho puede estar muy bien, trae pincitas, tiene incluso atada la lupa para que lo puedan inspeccionar. Si le ponéis una lechuguita o una hierba y agua, al estar hecho con red está fenomenal para que el niño vaya viendo cómo come, bebe, y se mueve.
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16.
Y ya por último para los días de mal tiempo y los días de lluvia, que siempre los hay también en verano, o sobre todo si estáis con modorriña o descansando en interior, ya sabéis que es fundamental tener algún tipo de manualidad que mantenga a los niños ocupados, por ejemplo en las horas de la siesta.
Este consiste en ir enrollando hilo e ir construyendo objetos, ya sea figuras de animales como jirafitas o elefantes, o árboles, etc. Ya sabéis que a veces los pobres nos traen manualidades hechas con plastilina u otros materiales del cole, con toda la ilusión del mundo pero luego las pones en el salón de casa y sinceramente muy bonito no queda, pues la verdad que con este juego de hilos queda hasta decorativo.
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17.
Los libros en verano no pueden faltar porque es el momento de leer aventuras, de leer clásicos, que suelen ser libros un poco más amplios pero también se tiene más tiempo en verano así que autores como Enid Blyton con «las aventuras de los cinco» y de «los siete», los libros para niños de Julio Verne cuyas aventuras en el mar son espectaculares, siempre podéis acudir a ellos.
Para repasar: ya sabemos que los colegios normalmente nos obligan a comprar cuadernos de fichas muy aburridos, y es una guerra perenne la de repasar con los peques. Nuestro consejo es que los aparquéis y que hagan repaso de vez en cuando si lo necesitan sobre todo, pero de una manera entretenida, lúdica y divertida.
Nos han encantado estos cuadernos para repasar las matemáticas, se llaman Matecracks. Y también existen los mini Abremente, que los podéis meter en las mochilas, en el bolso o en la bolsa de la playa, son pequeñitos, los tenéis divididos por edades desde los 5 hasta los 10, incluso para los más pequeños está muy bien porque pueden escribir ya en las mismas fechas, que son como las típicas pizarras de Vileda.
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18.
Ya por último, si no podéis viajar por cualquier circunstancia, aprovechar de todas maneras el verano para hablar del mundo, para hablar de otras culturas, para hablar de otros países, hay un montón de Atlas y de libros fantásticos de actividades que pueden dar pie a conversación, sobre temas de cómo viven en Asia, cómo viven en Egipto, cómo viven en los países árabes. Los libros con solapitas que se levantan van bien porque al emplear tiempo en ello activan la memoria más kinestésica para ciertos nombres de países y poco a poco jugando van repasando y van aprendiendo pero de una manera más divertida.
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