El Yoyó

Última actualización: 18 mayo, 2019

Es un juguete hecho con madera o plástico ranurado a la mitad con una cuerda amarrada. Además de la práctica y habilidad, se pueden realizar diferentes trucos. Los antecedentes de este rudimentario objeto vienen de Grecia en el siglo V antes de Cristo. Fue hasta el siglo XX cuando tuvo su auge por ejemplo en América (en México se empezó a usar en el tiempo de revolución).

Algunos autores creen que el origen es del año 1000 antes de Cristo, aunque no se tienen datos reales que lo atestigüen. Sí que sabemos que el yoyó chino o diablo era bastante extendido. Los lingüistas creen que el término yoyo proviene de China y cada vez es menos extendida la idea de que provenga el filipino, más concretamente de una lengua llamada Tagaló.

Otros comentan que aunque se crea que es originario China, la primera referencia histórica aparece en Grecia sobre el año 500 antes de Cristo como decíamos antes. Esos antiguos juguetes estaban realizados en madera metal o discos de terracota y recibían el nombre de discos. Era costumbre cuando un niño pasaba la adolescencia ofrecer sus juguetes a ciertos dioses cómo paso de la madurez. Debido a la naturaleza frágil de los materiales se supone que los discos hechos en terracota tipo arcilla o barro eran usados más para este propósito que para un simple juego.

El yoyo hoy es visto como un juguete tradicional, sin embargo, según algunos tuvo su origen como una herramienta de caza que se usaba en ciertas culturas para atrapar presas y requería cierta habilidad para manejarlo. En el siglo XVI los cazadores filipinos idearon un yoyó, palabra que en tagaló (uno de los idiomas del archipiélago filipino) significa “viene, viene”, que era un arma constituida por dos grandes discos de madera y una liana que los unía.

El yoyo se lanzaba y su liana atrapaba el animal por las patas, tras lo cual era muy fácil capturarlo. Quién sabe si esa historia tan pintoresca sea cierta o no, porque en Europa en el siglo XVIII se usaban los yoyós hasta entre las damas de la alta sociedad.

Como juguete el yoyo se originó en China en el año 1000 antes de Cristo o posiblemente se conocía todavía antes en Grecia. la versión oriental era elegantísima pues consistía en dos discos de marfil con un cordón de seda enrollado alrededor de su eje central.

Con el paso del tiempo este juguete chino se difundió por Europa, dónde fue adornado suntuosamente con joyas y pintado con dibujos geométricos a fin de que su rotación creara efectos hipnóticos.

Actualmente es un entretenimiento de niños y adultos. Los modelos de yoyó van desde los materiales y formatos más tradicionales hasta algunos con luces centelleantes y sonidos exóticos.

Es curioso que en México es donde cobra mayor importancia ya que incluso existe una asociación que ha creado un deporte de competición que se basa principalmente en hacer el mayor número de acrobacias posibles con un yoyó. Está reglamentado y hay unos varemos de puntuación, y se puede llegar a ganar buenos premios.

El yoyo nunca ha pasado de moda y aunque su historia es realmente incierta en sus orígenes, todavía es un juguete que atrae a grandes y chicos.

La verdad es que actualmente son pocos los que dominan el juego.

El yoyo es uno de los juguetes que no debe faltar en la habitación de los niños, ya que representa el ayer con nostalgia y la gama de juguetes simples de antaño.

Trucos con el yoyó y tutoriales para aprender a realizarlos:

El columpio:

Lanzas el yoyó hacia abajo, y cuando esté en el punto más bajo, enrollas la cuerda haciendo un moviiento envolvente con la mano contraria para realizar un triángulo con ella. Entonces dejas balanceando o columpiándose al yoyó.

La vuelta al mundo:

Este truco es similar al “pase hacia adelante” lo único que en este efectuarás un círculo completo alrededor tuyo. Cuando extiendas el yoyó ante ti, déjalo abajo, a la altura aproximada de la pierna, tíralo y realiza un movimiento rotatorio con tu brazo, haciendo que el yoyó forme un enorme círculo o “dar la vuelta al mundo”. En el momento en que quieras hacer que el yoyó vuelva, aguarda a que esté a un ángulo de 90º y hazlo.

El sube – baja:

es el truquillo más fundamental y fácil de efectuar. Despliega el yoyó hacia debajo sin hacer ningún aspaviento con tu mano (palma mirando al asfalto y arriba de la cintura). Cuando el yoyó llega al final de su recorrido, impulsa con tu muñeca por encima tenuemente. El yoyó volverá a tu palma, donde podrás capturarlo inmediatamente enrollado. Repite el movimiento una y otra vez. Ya estás bailando el yoyó.

El saque de banda:

Este es el balanceo de inicio para efectuar varios de los truquitos más difíciles. Coloca la palma de la mano mirando al cielo, próxima al hombro. Desde esta postura, suelta el yoyó impulsándolo sutilmente con un gesto de muñeca. Seguidamente, voltea la palma de la mano hacia debajo para percibir el yoyó cuando éste suba al estirar flojito de él antes de que llegue al asfalto.

El pase hacia delante:

Con el yoyó cogido con la mano, colócala a tu costado con la palma hacia debajo. Muévela levemente hacia las espaldas para conseguir tracción e impulsa el yoyó hacia adelante. Cuando llegue a la punta de la cuerda, pega un tirón para conseguir que regrese, voltea la mano y áselo. Recuerda que este ademán es un impulso, no un tiro. Constituye un movimiento circular. Si lo golpeas irá y volverá sin permanecer en suspensión.

El dormilón:

El yoyó “dormido” gira en la punta de la cuerda. El objetivo es lanzarlo y evitar que vuelva a ti hasta que tú decidas. El yoyó permanece sobre el suelo flotando, girando de forma libre.
Con el yoyó cogido con la mano, súbela hacia el hombro. La palma debe estar boca arriba a la vez que te preparas para lanzar. Dale un espasmo en línea recta y suéltalo con potencia alargando el brazo para evitar que el yoyó vuelva a ti inmediatamente o no lograrás que duerma. Cuando quieras despertarlo de su sueño, voltea la palma hacia abajo y dale un leve toque hacia arriba como realizas normalmente.

Paseando al perro:

Si eres capaz de efectuar el truco de dormir el yoyó, también podrás con este, ya que “pasear al perro” se trata de dormir al yoyó mientras andas hacia delante justo mientras los mantienes sobre el asfalto. A su vez, tienes que mover la mano hacia adelante y atrás forzando al yoyó a seguirte por unos instantes más tarde, creando así el efecto de que está paseando como un perro. Antes de que su tiempo de giro finalice, dale un sutil tirón y retrocederá hasta tu mano.

La enredadera:

Es bastante similar al paseo del perro, pero se realiza más cerca del piso. En lugar de tirar el yoyó de forma rectilínea, lo haces suavamente tras de ti. Cuando llega a su punto más alejado, tráelo al frente y ponte de rodillas. El yoyó tiene que estar en el suelo delante tuyo, preparado para ser aprehendido con tu mano que ya está lista en el suelo para recibirlo.

Os dejamos con un video de campeones de yoyó a nivel mundial, a ver si os motiváis y con práctica conseguís realizar los trucos tan bien y espectacularmente como ellos.